LA ASOCIACIÓN AMASOL DE SOLARES CELEBRA SUS BODAS DE PLATA

LA ASOCIACIÓN AMASOL DE SOLARES CELEBRA SUS BODAS DE PLATA

El Centro Cultural Ramón Pelayo de Solares acogió el 9 abril el 25 aniversario del colectivo de mujeres local de Medio Cudeyo.

Amasol lleva 25 años dando calor a Medio Cudeyo, un hito que el municipio no ha dejado pasar por alto y ha celebrado con una gala especial en el Centro Cultural Ramón Pelayo.

El evento tuvo lugar el pasado el 9 de abril y en él se dieron cita tanto las propias socias de la asociación de mujeres de Solares como representantes políticos y vecinos que quisieron arroparlas en su aniversario como una forma de devolverles lo que ellas hacen por el pueblo desde hace ya más de dos décadas.

«Fue un acto entrañable», resume la presidenta de Amasol, Consuelo Solana.

La asociación de mujeres de Solares llega a su primer cuarto de siglo con robustez, con la nada desdeñable cifra bajo el brazo de 227 socias adscritas.

«Cuando el proyecto empezó no éramos más que una docena de madres que buscaban la forma de impulsar actividades para sus hijas», recuerda Solana. Fue en 1997, y esa incipiente iniciativa sin demasiadas aspiraciones fue creciendo hasta convertirse en el ambicioso grupo que hoy conocemos como un motor capital e indispensable para el municipio.

De su actividad semanal forma parte (o lo han hecho) propuestas como: encaje de bolillos, labores, patchwork, taller de lectura, pilates, yoga, talleres de Navidad, cursos de cocina… A eso hay que añadir las salidas culturales tanto por la propia región como por el resto del país que han organizado para ellas (a Madrid, Vitoria y San Sebastián, entre otros destinos).

La alcaldesa de Medio Cudeyo, María Higuera, agradeció en la gala el «trabajo, apoyo, aportación y colaboración con nuestro municipio» a las de Amasol, de las que dijo sentirse orgullosa.

A esa ovación se sumó el teniente de alcalde, Borja Sañudo, que definió a las socias como «mujeres pioneras, dinámicas, emprendedoras y solidarias» y al grupo como «uno de los motores de la sociedad de Medio Cudeyo».

Aunque la pandemia ha supuesto un duro reto para el colectivo, ya prácticamente ha recobrado su actividad habitual y yo puedo dar fe de ello.

El pasado 8 de abril, Amasol, como viene haciendo desde hace varios años, invitó a los miembros de la Sociedad Cántabra de Escritores, de la que formo parte, a disfrutar de una velada cultural y lúdica.

Socias de Amasol y miembros de la S.C.E. compartimos espacio y actividades: poemas, canciones y uno de mis cuentos. En esta ocasión me decanté por narrar: “El regalo más valioso”.

El regalo más valioso no tiene por qué ser el más caro. Los regalos más valiosos, a menudo son los detalles pequeños: un abrazo, un beso o un pedacito de tiempo.