La ira es una emoción básica que se manifiesta en situaciones de conflicto, ya sean con otros o con nosotros mismos. como cualquier otra emoción, la ira debe ser respetada, comprendida, aceptada y expresada para poder sanarla.
Reprimirla, negarla e ignorarla hará que quede encerrada en nuestro cuerpo provocando molestias, dolores, enfermedades físicas y depresión.